De la verdad del pensamiento, de las intenciones de la vida

Cuando uno desea y no consigue lo que quiere, cuando uno se ve atrapado en algo que nunca soñó. Uno se levanta, día sí, día no, para lograr llegar a ser un poco más uno mismo, su mismo ser. Y ahí nos encontramos: que hemos fallado, hemos llegado bajo, nos hemos hundido, nos hemos sentido destrozados. ¿Cuántas más veces me pasará? ¿Cuántas veces conseguiré levantarme? Me he convertido cientos de veces en espuma de mar, en mar y en esencia de mí. He alcanzado límites que no soñaba o conocía, algunos tan queridos y anhelados, otros puramente tristes y desoladores.

Soy quién soy, un constante cambio, un rayo de paz y una tormenta inesperada. No he pedido todo lo que tengo y no he dado todo lo que soy. Me conservo a mí mismo, soy quien soy y aún no estoy del todo hecho. Una vida entera dará para ver a cuánto llego. Tengo tantos caminos como metas y sueños.

Sueño hasta con los ojos cerrados, bailo y me río entre una música que no suena, y lloro cuando el mundo sigue palpitando ajeno.

Me he convertido cientos de veces en espuma de mar, en mar y en esencia de mí.